viernes, 26 de diciembre de 2008

SINESTESIA EN EL ARTE

dibujo: ariel



El limite de la mente es la relatividad y la paradoja... al alcanzarlas esta se trasciende a si misma y se experimenta un estado de liberación mental, la mente deja de ser mente para convertirse en un fenómeno de proporciones cósmicas. Si bien este fenómeno cósmico sigue siendo una interpretación de la mente, esta ha dejado de existir como una serie de pensamientos humanos unipolares, alcanzando un estado de identificación con toda la materia y modalidades de conciencia que existen en el universo. Un estado sinestesico.
La paradoja es encontrar un sentido superior en las contradicciones... la mente se contradice a si misma y despierta de la ilusion fabricada por la fuerza gravitatoria de los polos...
De esta forma se obtiene un satori. La mente en un auto boicot, superando su velocidad permitida, fusionándose con el universo


SATORI EN EL ARTE

El arte no debe estar condicionado por el genero, sino que debe trascenderlo. Si este no lo trasciende, entonces ¿cual es su verdadero sentido artístico? El género es la prisión de la expresión. Es por eso que la abstracción del arte es tan importante hoy en día. La expresión artística manifiesta en pintura, actuación, cine o literatura, no puede llamarse arte a menos que trascienda el género en el que ha sido encasillada. Estos carceleros son los policías de nuestras obras, los controladores, los jueces. Si no obedecemos sus reglas todas nuestras obras son desvalorizadas. Somos prisioneros de la fotografía, la “literatura”, la pintura y la música. Por más grande que esta prisión sea el espíritu artístico debe rebasarse de estas reglas. El verdadero sentido del arte se expande sobre toda forma de control, despierta sobre todas ellas y a decir verdad no existe nada que pueda sujetarlo. Nuestros cuadros se convertirán en música. Nuestras canciones en películas, nuestras películas en libros, y nuestros libros se convertirán en cuadros.
Muchas veces he recibido malas criticas sobre mis cuentos y demás obras “literarias” resaltando precisamente la cantidad de errores de redacción. Se que algunos las consideran pésimas obras literarias, y seguramente lo son... un caballo también seria una pésima cebra. Cuando alguien critica algún cuento que haya escrito simplemente respondo que no es un cuento… son canciones o pinturas. De hecho a lo que menos me he dedicado en toda mi vida es a escribir. No existe nada mas aburrido que la literatura.
El condicionamiento al que nos introduce el género debe ser erradicado por medio de la sinestesia en la expresión artística
Cannafascismo es una escuela de arte y ciertamente no es otra cosa. Es probable que al principio a muchos les cueste deformar el género que están usando para expresarse... es posible que no logren trascenderlo. Tendrán que convertir su libro en notas musicales, sus canciones en una obra de teatro, o hacer que en su obra se combinen varias categorías en simultáneo. El género no puede ser su amo, nada puede condicionar a nuestra obra. Todo lo que entra en contacto con ella se desintegra la misma. La libertad de la expresión jamás debe encontrar un límite, sobre todo si nuestra expresión alude a la libertad.
Los géneros que nos oprimen han envenenado, consumido y finalmente aniquilado la expresión artística dejándonos conquistados en un mundo lleno de supuestos “artistas” y sin ninguno de verdad. Y cuando uno real aparece solo se pierde entre la multitud, entre la inmensa bola de ruido homogéneo que proviene del snobismo. Que fácil resulto destruir la amenaza revolucionaria del arte. Solo tenían que hacernos creer que tocar una guitarra y estudiar cine o pintura nos convertía en artista. Están enseñándonos arte en los mismos lugares donde nos convierten en arquitectos, economistas y abogados... las universidades. Como si la expresión pudiera enseñarse. Ellos solos nos enseñan los límites de nuestra prisión, las reglas del género. Nos dan a luz en una celda y se jactan de habernos dado el don de la vida. Cannafascismo enseña arte como destrucción del arte, como trascendencia del género y sus reglas. El cannafascismo quiere que despierten ante la armonía de un sonido inarmonioso.
Durante los últimos años en buenos aires parecería que todo el mundo se ha convertido en artista; el mismo gobierno fomenta la expresión auspiciando decenas de exposiciones todos los meses e incentivando a la juventud a expresarse. Por supuesto, esta se ha convertido en una excelente forma de disolver y destruir la amenaza que constituye la verdadera expresión revolucionaria. Convirtiendo a la “revolucion” en la queja de cualquier estúpido que logra combinar notas con un instrumento.
Los últimos años han aparecido miles de bandas de rock en el under de buenos aires. Ya casi son mas quienes tienen una banda que quienes no, y aun así todavía no he escuchado una sola de ellas a pesar de haber estado de pie en sus recitales. No he oido música ni ninguna otra cosa. El arte se ha convertido en una forma de alimentar nuestros egos y la revolución en una manera de hacernos sentir intelectuales.
El género literario, cinematográfico, musical y demás, encasilla el arte hasta destruirlo por completo. Censuran la revolución legalizándola en una categoría. Dándole luz verde a nuestra expresión controlan el transito de nuestro espíritu encerrándolo en el autopista del sistema con acceso limitado y controlado.
El problema... lo diré una vez mas... es la prisión del género, este nos da la posibilidad de ser reconocidos, convertirnos en estrellas de rock (por ejemplo). Mientras busques alcanzar la expresión artística a través de estos jamás vas a lograrlo. El cannafascismo recomienda que si no logras llevar a la sinestesia a tus géneros, si no podes contradecirlos hasta unificarlos y perderlos, entonces no utilices ninguno de ellos. Mejor empeza por usarlos todos juntos y poco a poco en la cotidianeidad de la vida. Mas vale ser un verdadero ejecutor de arte entre tus amistades y conocidos que ser un falso artista esclavo de un género, dándole basura al espectador y destruyendo el “arte” en si. En tu devoción religiosa a los egos artísticos te convertís en un enemigo del arte y la revolución. Así que mas vale que comiences humildemente, honestamente, verdaderamente, siendo un actor, un cuentista, un músico y un pintor de la vida. Eso es infinitamente más valioso.
Si tenes una banda, o sos un escritor, pintor o director de cine... cualquier cosa que creas ser, no te culpo, se que existen quienes se han encargado de engañarte. Nadie puede considerarte mas que una victima. En otra época nos han incentivado a defender la libertad, y en la segunda guerra mundial ha estado lleno de soldados voluntarios. Hoy en día te han motivado a inclinarte por el arte. Nunca vas a ser un artista aunque lo seas... o sos un profeta destructor del falso arte o sos un snob esclavo de los géneros, adicto a tu titulo de “artista”. Y todavía no he visto más que algún que otro profeta por ahí, perdido, frustrado por culpa de los egos hipócritas de los falsos artistas. Es hora de que reconozcas que mataste a tus propios héroes queriéndote convertir en uno por tu propia satisfacción. En tu ignorancia egoica te convertiste como siempre en tu propio dictador. No sos más que un peón, un soldado voluntario inconsciente peleando una guerra que no existe. En otra época te enviaron a pelear por la libertad pero ignorabas que ibas a una guerra cuyo único fin era defender los intereses de algunas pocas personas y destruir la libertad para siempre. Ahora te envían a defender la expresión, el arte, pero el verdadero fin es destruirlo. Otra vez te han engañado y siempre seguirán haciéndolo, porque siempre vas a seguir estando dormido. Así que si sos un supuesto “artista” te aconsejo que tomes todos tus escritos, todas tus grabaciones, filmaciones y pinturas y los tires al cesto de basura... te aseguro que esa será tu mejor obra. El día que puedas realizar ese acto el cannafascismo te reconocerá como un verdadero artista, del desapego y de la “locura”... de la cordura superior, del reconocimiento... un revolucionario, un héroe anónimo, un espíritu puro y salvo. Entonces el cannafascismo florece con todo su sentido artístico dentro tuyo, por primera vez vas a sentirte verdaderamente libre, expandido, famoso y reconocido, no por unas cuantas mentes lobotomizadas, sino por los ojos abiertos de toda la existencia. Este es el heroísmo, el auto boicot de un revolucionario, mientras que el otro es el falso heroísmo de un soldado voluntario, un defensor inconsciente del sistema igual a un soldado que cree estar peleando por la libertad cuando lucha precisamente por lo contrario. Hablas a favor del arte mientras en verdad solo contribuís a destruir y confundir el sentido artístico con tu condicionada y acobardada expresión refugiada en un género que convierte tu ideal en una simple protesta desterrándolo de toda posibilidad de revolución. Permitiéndonos expresarnos a traves de una “obra artística” congelan nuestros ideales y emociones, y los devalúan. Llamándolo obra literaria, musical o cinematográfica, limitan, frenan y asesinan el corazón de nuestra verdadera obra. Nuestra revolución queda abalada, paralizada en un libro o una película, justificada, legalizada, permitida, cuando nuestro corazón anhela mucho mas que quedar encerrado entre dos tapas. Cuando el sistema da luz verde a nuestra expresión revolucionaria significa que la misma esta siendo controlada... peor aun, nuestra expresión es acarreada como una oveja ignorante, llevada del pastizal al corral y del corral al matadero. La obra del “artista” tiene que romper la prisión del género en el que ha sido encasillada y mantenerse siempre en una intimidante ilegalidad.

Hace algo artístico... volvete loco. Renuncia a tus obras, renuncia al género. No importa cual sea tu banda, tus películas, tus libros, solo espero que fracases, espero que jamás lo logres... te aseguro que ese es mi mejor deseo. Quiero que seas arte, pero jamás un “artista”. El arte es despertar...

Expresándose con honestidad absoluta y paradojica en la cotidanediad de la vida se trasciende la prisión de los géneros. A cada instante y en cualquier lugar tendrán que expresarse, actuar, contar una historia, hacer música, improvisar constantemente y espontáneamente, de esa forma se destruyen las limitaciones... el arte se expande por la vida disolviendo nuestra identidad. Uno se convierte en un loco... en una cancion, en una historia, en un personaje, en un dibujo de colores. El género deja entonces de ser la única forma en la que podemos liberarnos, expresar nuestras locas ideas y desenfrenar nuestras locas emociones. La vida será la única categoría que necesitemos. El único escenario, la birome y el instrumento. Aunque estén en familia o en el trabajo, en cualquier sitio tendrá que manifestarse la expresión artística en forma pura y absoluta. No podemos condenar el arte a la rigidez de una obra, congelarla y preservarla como a una cosa muerta, que vivió una vez para quedar plasmada en un papel o en un disco. Solo están momificando su potencial para seguir contemplando y adorando algo que ya ocurrió. No vuelvas a la vida durante unos pocos minutos al día. No uses un vehículo para estar vivo, que la vida sea el vehículo y que cada cosa que con la que tomes contacto sea el instrumento. Solo entonces uno esta listo para usar un género sin ser su esclavo, romperlo, sabotearlo y trascenderlo. Solo entonces nuestra música, literatura y pintura también serán honestas al expresar la libertad.


Una verdadera obra debe mantenerse desprogramada para así también desprogramar a los demás